ARTICULO "LA CASA FLOTANTE" en OVIEDO


CULTURA

lOS SONIDOS Y COLORES DE LA NATURALEZA


La Maquiné presenta en el Filarmónica 'La casa flotante', espectáculo para todos los públicos de títeres, teatro y música que recorre Asturias 

27.02.13 - RAMÓN AVELLO | OVIEDO.

Los sonidos y colores de la naturaleza
Lola Martín, narradora en 'La casa flotante'. ®JESÚS DÍAZ
Aquella nave bíblica zoológica que navegó sobre las aguas del Diluvio universal inspiró a Xavier Montsalvatge la composición 'El Arca de Noé', un conjunto de miniaturas para piano que constituyen un peculiar carnaval de los animales, llenas de humor e ingenuidad descriptiva. Varias de estas piezas de Montsalvatge, a las que se le añade como reflejo y sugerencia del mundo acuático que inundó la tierra algunas páginas de Debussy, son los hilos musicales que tejen la 'La casa flotante', el cuento musical que se escenificó ayer en el Teatro Filarmónica de Oviedo. Espectáculo de la La Maquiné, compañía de artes visuales y escénicas dirigida por Joaquín Casanova y Elisa Ramos, coproducido por el Gran Teatro del Liceo y el Festival Internacional de Música y Danza de Granada.
'La casa flotante' es una adaptación libre, con fondo ecológico, del Diluvio Universal. Noé no es en el cuento el viejo patriarca, capitán del arca e inventor del vino, sino una niña -concesión a lo políticamente correcto-, que no conocía la lluvia y nunca había visto el arco iris. Un pez anuncia a Noé -interpretada por Elisa Ramos- que llegará una lluvia sin tregua que lo inundará todo. Noé hace de su casa un arca en la que va buscando e introduciendo los animales para navegar el diluvio.
En una plástica sucesión de cuadros escénicos, se va describiendo la historia de Noé. Títeres, mimos danzantes, una narradora, Lola Martín, y con el soporte de la música para piano de Montsalvatge y Debussy, interpretada y arreglada por José López Montes, van creando imágenes que los adultos percibimos como de un mundo onírico y de delicada poesía visual. Los niños, a quienes está dirigida esta obra, viven 50 minutos de fantasías, sorpresas y risas, especialmente con los movimientos de los guiñoles. El canguro y los pingüinos bailarines fueron los que más gracia les hicieron. Uno lamenta con nostalgia no tener seis años para aplaudir con la intensidad infantil.
Lo más característico del espectáculo es la integración del mimo, los títeres, las imágenes proyectadas y el siempre hermoso fondo musical. Esto hace de 'La casa flotante' una obra sugerente y original. Cumple esa función de la Ópera de Oviedo de ofrecer espectáculos dirigidos a un público infantil que prácticamente llenó el teatro por la tarde, acompañado por sus padres, y que fueron los que más disfrutaron de la representación. Por la mañana, en la función escolar, también se llenó el coliseo ovetense.

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